Se inició
poco después del
asesinato
del príncipe heredero a la Corona de Austria,
el
Archiduque Francisco Fernando de Habsburgo,
quien junto con su esposa fue víctima de
un atentado
terrorista en la ciudad de
Sarajevo (Bosnia)
el 28 de junio de 1914. Los
responsables
del atentado, bosnios de origen serbio, reivindicaban
la anexión de Bosnia
(bajo
dominio austríaco) a Serbia.